En la muerte de Sleepy LaBeef. No tienes ni idea de lo que significa ser muy grande en el rock and roll

José Manuel Gómez Gufi

¿Saben lo que significa ser grande en el rock and roll? No me refiero a la frase que soltó aquel prenda: “He visto el rock & roll se llama Bruce Springsteen”; no tiene que ver con cabrones de la talla de Jerry Lee Lewis o Chuck Berry, ni del tutti fruti de Little Richard. Ni siquiera tiene relación con el orgullo de proclamarse el genuino inspirador del invento como Fats Domino, Memphis Slim, dos docenas de bluesmen, un chicano, un pachuco  y dos cubanos.

Nadie ha sido tan grande como Sleepy LaBeef que apareció por Europa en el año de 1977 proclamando las verdades del tupé y la brillantina y que hizo salir de sus escondrijos a los rockers con el eterno debate entre Eddie Cochran o Gene Vincent y el Elvis de antes o después de hacer la mili.

Sleepy LaBeef nos llegó en el momento del punk, había muerto Franco pero nada, o casi nada, había cambiado porque -ahora lo sabemos bien- todo estaba atado y bien atado… excepto que no sabíamos que se podía cambiar el grito de ¡No future! por un bote de colón. ¡Gabba gabba hey! gritaron los Ramones. Pero para Mr. LaBeef la vida era tocar y tocar delante de varias generaciones de chavales que se movían con el mismo frenesí con el que Elvis le había roto las caderas a los años cincuenta. Lo suyo era el directo noche tras noche, picando piedra. O mejor dicho picando Rock and roll.

La fotos de Paco Manzano pertenecen al concierto en la sala Jácara de 1986. Creo que ese no le ví, pero por aquella época vimos en aquel escenario a Jerry Lee Lewis, a Iggy Pop y a James Brown (aunque aquella noche el que tocó de cine fue Maceo Parker).

El caso es que yo vi a Sleepy Labeef en el teatro Martín y pensé que ese, era el día del fin del mundo. Muy grande ese menda, que la tierra te sea leve.

Madrid, 27 de diciembre 2019

Fotografías © Paco Manzano

© LiveMusicMadrid.com

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